Entendiendo la comunidad como un grupo de personas que comparten un espacio físico, y que pueden tener preocupaciones sociales, políticas y económicas comunes, y que, a veces,  no coinciden en la forma de cumplir determinados acuerdos (implícitos y/o explícitos) de los que la propia comunidad se ha dotado para la convivencia cotidiana. Y es cuando pueden surgir los conflictos en la comunidad.
 
La mediación comunitaria o vecinal ayuda a la gestión de los conflictos entre vecinos implicados de forma directa, para encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de todos. Con la mediación comunitaria, se persigue que aunque las partes no estén de acuerdo con sus intereses o necesidades, sean capaces de asumirlas y legitimarlas para que se acerquen a la resolución del conflicto de forma pacífica y de la manera más satisfactoria para todos/as.